lunes, 17 de marzo de 2014

el provinciano, la capital y sus amores


Con el tiempo gastado y las memorias sobrecargadas, llego yo a la capital. Cierto descontento y felicidad agri-dulce. Diosito me tiene algo preparado? un manojo de consortes y, entre sabanas, historias de vida las cuales se sobreponen a las mías.
Amores y desamores.

Inocente llego yo a la capital. Encuentro trabajo. Le digo adiós a mi niñez y vida social abundante. Enfócate y trabaja, me solía decir. Ya venía con mi historia clara pero sin la libertad absoluta de decidir qué hacer con mi futuro.

Ser gay siempre estuvo oculto entre mis secretos. Muy lejos de la luz y muy lejos del alcance del resto. Creía que la capital me daría esa independencia que necesitaba. Y así fue. Pero a gran costo. Con la liberación de mis credos y de mi moral, vinieron amores a pisotearme mi corazón limpio. Llegaron y como vil pasarela, rondaron los rincones de mi alma. Nombre tras nombre, abrazo tras abrazo y fin.

Diosito tienes algo preparado para mí? Enfócate y trabaja, ya verás la recompensa. Espero aun con ansias ese plan de Yisus. El trabajo nunca fue un fin, siempre un medio. El medio para lograr mi independencia. Pero me veo cegado por su círculo que te hipnotiza.

Entre tanto ajetreo y metros que tomar. Entre tanto trabajo e informes. Entre tanto desamor llegó el amor. Llego el amor en la capital fría. Llego el amor en esta ciudad que solía ser hermosa, pero tan traicionera, con fantasmas y soledades. Desinteresada. GROTESCA.